Por Rabbi Michael Lerner
Es la celebración de dos aspectos monumentales de la vida humana: la creación del Universo y nuestra liberación como pueblo de Egipto- junto con el mensaje que de esta liberación resulta, que el mundo puede ser liberado de toda forma de opresión.
De hecho la celebración es mucho más que sólo un momento de agradecimiento. Implica un revivir personal de la creación y la liberación.
Por 25 horas nos re-orientamos a nosotros mismos y cambiamos el modo en el que vivimos nuestras vidas.
Así es como nosotros cambiamos: en lugar de tratar de controlar el mundo o ejercitar nuestra dominación sobre la naturaleza, nosotros celebramos el universo.
Nos regocijamos en el mundo físico.
Nos acercamos al mundo con recogimiento, maravilla y asombro ante la grandeza de la creación- y agradecidos a D's por la creación.
Nos regocijamos en nuestra libertad. Y ejercitamos esa libertad al abstenernos de toda forma de trabajo y dominación sobre la naturaleza.
Nos regocijamos uno en el otro.
Jugamos.
Comemos buena comida.
Nos conectamos con nosotros en nuestros más profundos lugares interiores.
Aprendemos sobre nosotros mismos.
Le dedicamos espacio al estudio del judaísmo, a la espiritualidad o a lo que eleve nuestros espíritus y nos dé placer estudiar.
Nos permitimos estar solos.
Nos permitimos estar con otros.
Nos permitimos estar con D's.
Shabat es un regalo de D's al mundo (y de vos a todo aquél que comparta con vos esta práctica espiritual)
¿Qué es lo que hace del Shabat un regalo de amor?
El amor es el permiso que le damos al otro y a nosotros mismos de abandonar el mundo del poder y el control y entrar a la conciencia del n0-objetivo, dirigida a la alegría, el humor, la tontería, el placer sensible, el reconocimiento mutuo, el cuidado, la celebración, el regocijo, la maravilla y el asombro.
Shabat el la práctica particular cuyo objetivo es maximizar ese tipo de energía de amor en tu vida.



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